Escrito por: Angley Vivas
“La
 UPEL está a la par del contexto europeo y asiático en materia 
curricular, al menos en lo que tiene que ver con la producción teórica y
 de conocimiento curricular y en Venezuela ocupamos una muy buena 
posición. A mí me llaman de Colombia, Ecuador, Argentina para 
preguntarme cosas relacionadas con el aspecto curricular. En estos 
momentos lo que hemos venido desarrollando aquí en la UPEL ha dado pie 
para que muchas universidades y sistemas educativos completos como el de
 Ecuador tengan que ver con lo que hemos venido haciendo aquí en cuanto 
a  competencias, estrategias de evaluación. Además, hemos tenido la 
 oportunidad de asesorar trabajos de grado para estudiantes que son los 
encargados de generar la teoría curricular de sus países”.
Con
 estas palabras cargadas de orgullo la coordinadora nacional de 
currículo de la UPEL, Betsi Fernández, describe el producto del proceso 
de transformación curricular que la Universidad inició en el año 2009 y 
que hoy está en plena ejecución y transitando el segundo período 
académico. Fernández sostiene que el proceso de transformación 
curricular de la Universidad está acorde con las tendencias 
internacionales y las necesidades nacionales.
Asimismo, afirma que cuenta con el respaldo de las 
direcciones y unidades de apoyo de la Universidad, para que estudiantes y
 profesores se sientan atendidos y reconocidos
La
 Coordinadora asegura que el proceso de transformación curricular de la 
Universidad está acorde con las tendencias internacionales y las 
necesidades nacionales. Además, que el nuevo currículo permite promover 
en los  estudiantes y en los docentes la movilidad en todos los países 
que comparten la concepción del crédito académico.
“Hablamos
 de crédito  académico cuando nos referimos al reconocimiento de la 
labor estudiantil, al reconocimiento del tiempo que el estudiante 
necesita  para poder desarrollar sus competencias y que están expresadas
 en créditos académicos. Este concepto sustituye la noción de unidad de 
crédito. Hasta ahora  la Unidad de Crédito reflejaba las horas de labor 
docente, expresadas en la  naturaleza de los cursos o de las unidades 
curriculares, es decir: a 1 hora de teoría le corresponde 1 unidad de 
crédito, a 2 horas de práctica le corresponde 1 unidad de crédito. En 
este caso  cuando hablamos de crédito académico nos referimos al hecho 
de que por cada hora de labor docente  se reconocen 2 horas de labor 
estudiantil, independientemente de que sean teóricas o prácticas. No hay
 diferenciación entre teoría y práctica porque de hecho las 
competencias  se desarrollan en el hacer. Eso implica que las 
estrategias que va a utilizar el profesor tienen que cambiar, ya no  
deberíamos trabajar con la visión de que hoy doy la teoría y mañana la 
práctica, sino que la estrategia debe permitir que tu vayas ejecutando y
 desarrollando tus actividades en el mismo escenario de aprendizaje y a 
la par vas trabajando también con los aspectos teóricos que  se supone 
el docente domina”.
Otra de las 
bondades de este nuevo diseño curricular es el concepto de competencias.
 Fernández explica que en muchos países se ha tratado de establecer 
generalidades con relación a cuáles son las competencias que debe tener 
un profesional de acuerdo con el campo del conocimiento en el que se 
desarrolle, independientemente del lugar donde se encuentre.
“En
 la construcción de la transformación nosotros logramos que se 
comprendiera que hablar de competencias implicaba reconocer el aspecto 
cognitivo, conceptual o los  conocimientos que se deben conocer 
relacionados con  algo. El elemento socio-afectivo  que tiene que ver 
con la disposición  para realizar una acción o una actividad, el 
elemento conductual o activo que tiene  que ver  la ejecución, con el 
cómo se hace  y el elemento ético que refleja  el compromiso que 
nosotros tenemos  con lo que hacemos, el poder asumir las consecuencias 
de lo que estamos haciendo”.
El 
perfil es otra de las nociones que demuestran que la UPEL está de 
avanzada en esta materia.  Los perfiles son el conjunto de rasgos 
distintivos que se ubican en cada uno de los profesionales. El diseño de
 las carreras se hace con base en el perfil deseado y no en el perfil 
del campo del conocimiento, o disciplina como se hacía antes, porque el 
conocimiento avanza y evoluciona con mucha rapidez. “Lo que hicimos fue 
establecer cuál es el profesional que se necesita y que se quiere formar
 de acuerdo con los compromisos del milenio, los desafíos que están 
establecidos para todas las naciones, con la posibilidad  de construir 
una mejor ciudadanía, con mayores  responsabilidades y el rescate de los
 valores y desde allí elaborar los diseños.
El
 perfil está conformado por 11 competencias genéricas y un promedio de 
11  competencias específicas para cada especialidad, consensuadas 
mediante la participación de los actores involucrados, creadores de cada
 diseño curricular.
Rol de asesora 
La
 UPEL cumple un papel de acompañamiento a  través de la Comisión 
Nacional de Currículo que es asesora del Núcleo de Vicerrectores 
Académicos. A lo largo de estos años la Universidad le ha correspondido 
presentar en diferentes núcleos  la metodología de trabajo que ha 
desarrollado y ha acompañado en su proceso a diversas universidades que 
lo han solicitado, por considerar valiosa la experiencia  de la UPEL. Es
 el caso de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Universidad 
Nacional Experimental del Táchira (UNET), Universidad Nacional 
Experimental de Guayana (UNEG), Universidad Nacional Experimental 
Politécnica (UNEXPO), Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), 
Universidad Metropolitana (UNIMET), Universidad Simón Bolívar (USB), 
Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada (UNEFA) y diversos
 Institutos Universitarios.
Por otra 
parte, Betsi Fernández, destaca que la UPEL nació con el propósito de 
asesorar al Estado venezolano en materia educativa. No obstante, en los 
últimos tiempos el trabajo que han hecho no ha sido suficientemente 
valorado desde las instancias gubernamentales.
“En
 esta Universidad en el año 2006  generamos una propuesta para la 
construcción del sistema educativo venezolano entre las profesoras Rosa 
Galvis, Aída López y yo. Lo presentamos ante el Ministerio de Educación 
Universitaria durante la gestión del entonces ministro Aristóbulo 
Istúriz, pero no somos nosotros los decisores. En el año 2013 cuando se 
hizo la Consulta por la Calidad de la Educación nosotros participamos  y
 yo como representante de la UPEL fui responsable  de presentar la 
sistematización de toda la información de la consulta que se hizo a las 
instituciones universitarias. Cuando el Ministerio de Educación sacó la 
propuesta sobre la educación media no nos preguntaron si eso era lo que 
habíamos o no trabajado”.
Pese a 
ello, Fernández señala que las universidades reconocen en la UPEL un 
modelo a seguir en materia de transformación curricular. 
“En la UPEL el 
conocimiento se construye con base en la experiencia. En la UPEL 
hablamos de la gestión integral del currículo. La UPEL siendo una 
universidad tan grande  y con una población tan grande, logramos generar
 este proceso de una manera sistemática, organizada y sostenida, desde 
la concepción del currículo como un espacio público”, concluyó.
 

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