A
tres meses de que culmine el ejercicio fiscal 2014, el rector de la
UPEL, doctor Raúl López Sayago, informó cuál es la situación
presupuestaria actual de esta Institución, a propósito de los recientes
encuentros que han sostenido los rectores de las universidades
nacionales con el nuevo ministro de Educación Universitaria, Ciencia y
Tecnología, Manuel Fernández.
Al
respecto, la autoridad rectoral explicó que en el presente año la UPEL
tiene insuficiencias presupuestarias muy delicadas vinculadas con el
servicio de comedor: “Este año 2014 que está en tránsito, tenemos unas
insuficiencias presupuestarias muy neurálgicas que tienen que ver con el
servicio de comedor. Para el 2014 teníamos una asignación
presupuestaria que debíamos distribuir a lo largo de todo el año y que
permitía licitar los platos de comedor a 24 bolívares. Pero como todos
sabemos es imposible ofertar un plato de comedor a ese precio, porque
nadie va a trabajar con ese monto. Eso motivó a que, luego de un estudio
hecho por la Dirección de Desarrollo y Bienestar Estudiantil y la
Dirección General de Planificación y Desarrollo, el Rector tomara la
decisión de incrementar el plato a 60 Bs. y esa decisión fue ratificada
por el Consejo Universitario de la UPEL. El 16 de enero se envió a la
OPSU la insuficiencia que se generaba producto del incremento del plato.
El presupuesto nos alcanzó hasta mayo y del mes de junio hasta el
presente hemos tenido una deuda por servicio de comedor que impidió que
en el intensivo de vacaciones se ofertara el comedor”.
El
rector López Sayago explicó que esperan la pronta respuesta de la OPSU
para subsanar la situación y que el sector estudiantil pueda disfrutar
del servicio. Al mismo tiempo, afirmó que en su opinión el precio del
plato debe ser homologado en todas las universidades. “Yo tengo un
planteamiento que he hecho en diversos foros y es que el plato de
comedor para el sector universitario tiene que ser homologado. En todas
las universidades debe tener el mismo costo, porque todos los
estudiantes son nacidos y criados en este país y tienen derecho a comer
exactamente igual. No puede haber un trato discriminatorio en cuanto a
la asignación que se hace por servicios estudiantiles, todas deben tener
la misma asignación proporcional en cuanto al plato del comedor”.
Acerca
de la aprobación recurrente de créditos adicionales a las universidades
la máxima autoridad upelista explicó: “A lo largo de los últimos años,
siempre se nos ha asignado un presupuesto que ronda el 40 y tanto por
ciento de lo solicitado, eso coloca a las universidades en la posición
de que una vez que se hace la distribución presupuestaria de la cuota
asignada por el Consejo Universitario, debemos elaborar las
insuficiencias que se generan producto de la asignación de la cuota.
Esas insuficiencias se hacen a principio de año y se envían a la OPSU
para que sean consideradas y canceladas en el transcurso del ejercicio
fiscal, de esta manera mantenemos el funcionamiento de la Universidad”.
Sobre
la necesidad de que entreguen los presupuestos completos a las
universidades, manifestó la importancia de que se realicen mesas de
trabajo sobre este aspecto: “Si a la UPEL le asignan una cuota
presupuestaria y nosotros en la declaratoria de insuficiencias
demostramos que necesitamos de ese reconocimiento para cumplir con
nuestras expectativas de funcionamiento y de trabajo académico en
formación docente. Adicionalmente, el Ministerio nos manda una parte
del recurso que hemos solicitado, no tiene sentido que al siguiente año
nos manden el mismo recurso sin tomar en cuenta la insuficiencia que ya
habían reconocido, lo lógico es que se incorpore y se sume a la cuota
presupuestaria asignada el año anterior. Este planteamiento lo hemos
hecho permanentemente y es una práctica que debería generarse a través
de discusiones serias en mesas de trabajo en las que estén involucrados
los funcionarios de la OPSU y los administradores de las universidades
nacionales”.
Para
López Sayago no se trata de que a las universidades deba dárseles un
mayor o menor presupuesto sino un “presupuesto justo”. En su opinión, la
manera de lograrlo es a través de criterios de asignación
presupuestaria, tales como: la matricula, el alcance territorial de la
universidad, la productividad de la universidad en cuanto a
investigación, docencia y extensión y la necesidad de infraestructura
que requiere la institución para funcionar adecuadamente. “Si yo tengo
una universidad con laboratorios bien dotados, no tienen que darme un
presupuesto de dotación sino la sustitución de los materiales que se han
utilizado en el laboratorio. Pero si tengo una planta física
deteriorada y un alcance territorial como el de la UPEL, que llegamos a
El Nula, a Santa Elena de Uairén, Tucupita y en esas zonas no tengo la
infraestructura adecuada para darle la formación que esa gente se
merece, el Ejecutivo tendría que resolver el problema de
infraestructura”.
Señala
que en algún momento deberá elaborarse una ley de asignación
presupuestaria para el sector universitario, pues a su juicio, un
instrumento de esta naturaleza estimulará a las instituciones a competir
y tratar de ser cada vez mejor. “Una universidad productiva que esté
atendiendo necesidades reales del país, impactando positivamente en el
progreso y en el desarrollo del país, obviamente debe ser atendida con
un presupuesto que se corresponda con esa función. Una ley de
asignaciones motivará a que la universidad venezolana sea cada vez más
competitiva, a efectos de tener un presupuesto que le permita crecer y
seguir avanzando”.