Angley Vivas
Quien
fuera docente, Rector de la UPEL, Vicerrector de Extensión y
gremialista hizo un llamado a la universidad venezolana a que asuma el
papel de liderazgo para sacar al país de la crisis. Indicó que la tarea
puede ser utópica, pero afirmó que los sueños son necesarios para lograr
los cambios.
“Las universidades tienen el deber de liderar la cruzada en busca de
soluciones cónsonas con la crisis que vive el país. Esta cruzada debe
iniciar en las aulas y salir a la calle, nos obliga a prestarle atención
a la productividad y a acercarnos a nuestro entorno”. Así lo afirmó el
ex rector de la UPEL, doctor Ángel Arístides Hernández Abreu en el acto
en el que le confirieron el Doctorado Honoris Causa, máxima distinción
que otorga esta Casa de Estudios.
En
su discurso de agradecimiento a la Institución en la que se formó como
profesor de Historia y Geografía, desarrolló su trayectoria docente,
gerencial y gremialista, el ex rector Hernández Abreu resaltó el papel
que debe asumir la universidad venezolana ante la situación que
atraviesa el país. Al respecto hizo una autocrítica al afirmar que las
instituciones de educación superior han perdido el contacto con el
entorno y exhortó a retomar los proyectos que acercaban a la academia a
la comunidad.
Afirmó
que las universidades no pueden solucionar los problemas de la
población, pero si están en la capacidad de generar alternativas para
presentarlas al gobierno. En tal sentido, proclamó que debe hacerse una
revisión de los procesos de investigación y acabar con la investigación
artesanal, en las que no se hace trabajo de campo. Los problemas están
en las comunidades, es nuestra responsabilidad detectarlos, analizarlos y
hacer propuestas para corregirlos. Hay que promover una reingeniería de
la investigación en la educación venezolana”.
Para
Ángel Arístides Hernández Abreu las universidades en general y en
particular su alma mater, la UPEL, deben adoptar medidas urgentes como
el acercamiento a las industrias, la empresa privada y a las autoridades
regionales, estadales y nacionales, en un trabajo integrado que permita
al país salir de la crisis que vive. Propuso la modificación de la
cultura institucional, mediante la capacitación y actualización
permanente del recurso humano.
Asimismo, señaló la definición de un
modelo de crecimiento y desarrollo para determinar “hacia dónde vamos y
qué vamos a hacer”, la aplicación de estrategias para aprovechar el
conocimiento que se produce para beneficio del país, porque considera
que “el conocimiento no significa nada si no se destina a la
satisfacción de las comunidades”.
Para
el Doctor Honoris Causa la UPEL tiene la responsabilidad de egresar
profesores sensibilizados con los problemas del país, con ética de
servicio a la nación. “La universidad venezolana debe enaltecer la
ética, la moral y los valores. Esta es una tarea titánica, porque hay
una prédica sistemática de antivalores. La Universidad es la reserva
moral y ética del país”, concluyó el homenajeado.
Un upelista de alma y corazón
“El
profesor Ángel Arístides Hernández es uno de los personajes con más
arraigo y sentimiento upelista que he conocido”, con estas palabras, el
rector de la UPEL, doctor Raúl López Sayago, describió a quien fuera la
máxima autoridad de la UPEL en el período 2001-2005 y autoridad
extensionista en los lapsos 1992-1997 y 1997-2001.
El
rector López Sayago afirmó que el Hernández Abreu realizó una labor que
trasciende a la de cualquier docente universitario. Destacó los
programas desarrollados a su paso por el Vicerrectorado de Extensión,
tales como Un vecino más y las Orquestas típicas. “En ese momento la
extensión universitaria tuvo un auge porque había un equipo encabezado
por Arístides que conocía la filosofía de esta función y hacia dónde
debía guiarse”.
La
máxima autoridad de la UPEL destacó que el Doctor Honoris Causa, Ángel
Arístides Hernández Abreu, tuvo la posibilidad de cumplir una gestión
eficiente y productiva en momentos en los que en la universidad
venezolana había alternabilidad, gracias a la realización de comicios.
“En la universidad y en los cargos de elección es necesaria la
renovación de los cuadros gerenciales y de las autoridades, lo que
significa una renovación de energías”.
Gerente itinerante y ecuménico
Por
su parte, la profesora Nancy Parra al realizar la presentación de
méritos, elaborada por el profesor Cristian Sánchez, describió al doctor
Ángel Arístides Hernández Abreu como un “ejemplo de gerente,
itinerante, ecuménico y dispuesto a solucionar, escuchar, negociar y
corregir”.
Entre las muchas labores académicas, gerenciales y gremiales
desarrolladas por Hernández Abreu, destacó su actividad extensionista,
gracias a la cual creó lazos dentro de la Universidad y con otras
instituciones para proyectar a la UPEL a nivel nacional e internacional.
Parra afirmó que durante su ejercicio como rector, Hernández Abreu
superó crisis presupuestarias y gremiales. Además, alcanzó importantes
hitos como la elaboración de un novedoso Plan de Desarrollo, estimuló la
apertura y acreditación de nuevos post grados e hizo especial énfasis
en la edificación de infraestructuras y la dotación de equipamientos
tecnológicos.
El
Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez arribó a 39
años de trayectoria académica. A lo largo de este tiempo, el Pedagógico
de Miranda ha evolucionado ganándose un espacio en el ámbito
universitario y como institución comprometida con el desarrollo del país
y de la región donde se ubican sus sedes.
El
director decano de este Pedagógico adscrito a la UPEL, doctor Manuel
Reyes Barcos, dio a conocer algunos de los avances que durante este
tiempo ha logrado la Institución formadora de docentes. “El Instituto
inició sus actividades en una edificación alquilada donde la comunidad
estaba hacinada y las condiciones eran muy precarias. Hoy tenemos 3
edificios que son propiedad de la Universidad y uno que estamos a punto
de adquirir en Nueva Cúa”.
En
materia académica, el Pedagógico de Miranda es el único de la UPEL que
ofrece un programa de doctorado internacional. Es el caso del Doctorado
Latinoamericano en Educación y Políticas Públicas que ya avanza en su
tercera cohorte y está a punto de graduar a la primera de ellas, con la
participación de universidades de Colombia, Brasil, México, Chile, Perú y
Ecuador. Además, el Instituto posee 5 programas de postgrado.
En
pregrado, con una matrícula superior a 3 estudiantes, dicta las
especialidades de Educación Preescolar, Electricidad Industrial,
Matemática, Física, Electrónica Industrial, Geografía e Historia,
Educación Integral, Mecánica Industrial y Educación Musical.
En
cuanto a su vinculación con la región mirandina, de la cual forma
parte, el doctor Reyes Barcos señaló que mantienen una vinculación
permanente con las comunidades del entorno, las instituciones de
gobierno y demás organizaciones que hacen vida en la jurisdicción. “En
el distrito Sucre tenemos mucha relación con las escuelas del entorno,
con los parques y los consejos comunales. De igual manera en las
extensiones mantenemos un vínculo con la comunidad. Por ejemplo, les
prestamos nuestras sedes para que realicen operativos y nuestros
estudiantes participan en ellos. Además, el Servicio Comunitario, lo
realizan en nuestra zona de influencia.”
Acerca
de los planes que de aquí en adelante espera concretar en el Instituto
Pedagógico de Miranda, el decano afirmó en primer lugar que aspira la
renovación de los cuadros a través de las elecciones. En el ámbito
académico tienen la visión de crear más doctorados en el área de
educación y crear especialidades nuevas como Educación Rural,
Informática, Educación Comercial y crear nuevos postgrados en el área de
ciencias, aunque reconoce que se trata de una difícil tarea, en virtud
de la situación de crisis del país y de todo lo que implica en materia
de presupuesto, infraestructura, recursos materiales, económicos y
humanos.