lunes, 29 de febrero de 2016

UPEL quiere crear escuelas para la paz en el país




 

















 

El Vicerrectorado de Extensión de la UPEL trabaja en la elaboración de un proyecto de creación de escuelas para la paz, el cual presentará ante la UNESCO y a las autoridades legislativas nacionales con el propósito de lograr el financiamiento requerido para esta ambiciosa iniciativa.

La vicerrectora de Extensión, doctora María Teresa Centeno, señaló que los índices de violencia que vive el país ameritan acciones como esta que conduzcan a lograr la paz. “Por la circunstancias que vive el país y con el apoyo  de la Unesco, la UPEL tiene la oportunidad de crear las escuelas para la paz, que son proyectos que en otros países vienen funcionando. Nosotros tenemos una experiencia importante de trabajo con los Diplomados en Cultura de Paz  desarrollados por el doctor José Ramón González Pérez, recientemente desaparecido, y quien era representante de la Unesco en cultura de paz”.

La doctora Centeno manifestó que presentarán el proyecto a la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional y al organismo internacional para lograr el apoyo financiero. “Si el gobierno apoya este proyecto, quién mejor que la UPEL para tener unas escuelas donde la pedagogía de la paz sea un valuarte importante en la formación de nuestros estudiantes, además del impacto que puede tener en el resto de la comunidad”.

Los primeros pasos para hacer operativa esta iniciativa ya los ha dado la UPEL y es la formación de los estudiantes en la cultura de paz. Asimismo, cuenta con la Cátedra Unesco de Educación para la paz y está inaugurando espacios de paz en cada uno de sus institutos. Adicionalmente, en el proceso de transformación curricular que adelanta la Universidad está prevista la enseñanza y  aprendizaje en el desarrollo en valores. 

Las escuelas de paz que promueve la Unesco son instituciones educativas que funcionan en diversos países y están comprometidas con la construcción de una cultura de la paz, mediante la ejecución de actividades, proyectos y programas, dirigidos a los alumnos, los docentes, las familias y las comunidades. Estos programas motivan la participación de la sociedad en su conjunto, promueven la convivencia pacífica y una mejor calidad de vida para la población.

“En nuestro caso la escuela para la paz sería una instancia donde internos y externos de la Universidad se formarían en este tema tan importante, se presentarían proyectos de investigación, ideas y actividades que promuevan la paz en las comunidades y al interior  de la comunidad universitaria. En definitiva, se trata de actividades que promuevan la paz y personas que se formen en pedagogía de la paz, de tal forma que podamos impactar en políticos y en personas encargadas de hacer las políticas públicas”.

Centeno asegura que el trabajo se enfoca en una conceptualización de la paz positiva  y cómo podría impactar en la formación de docentes preparados para que en sus comunidades hablen y ejerzan acciones en términos de pedagogía de la paz. “La paz positiva es aquella en la que yo no digo que para que haya paz tiene que haber terminado la guerra, sino que simplemente en la parte interior de las personas se desarrolla un ambiente de armonía y no se piensa en el conflicto y en la guerra. Se piensa positivamente en que las relaciones entre los seres humanos son de convivencia, de tolerancia, de solidaridad. Ese es el sentido positivo en la paz”, explica Centeno.

Johan Galtung, politólogo noruego afirma que la paz positiva “supone un nivel reducido de violencia directa y un nivel elevado de justicia. Se persigue la armonía social, la igualdad, la justicia y, por tanto, el cambio radical de la sociedad”.

La paz, una responsabilidad de todos
El lenguaje agresivo, las expresiones que se orientan a la separación y no a la unión, donde no hay armonía sino distanciamiento entre las personas, son acciones que contradicen los principios de la paz positiva. Si por el contrario los gobernantes, padres y maestros permanentemente exhortan, motivan y trabajan en términos de diálogo, de respeto al disenso, de comunicación y entendimiento, puede lograrse la tranquilidad que se anhela. “El poder de la palabra, bien sea disuasivo,  persuasivo o agresivo, marca la diferencia entre lo que es ese sentido de tener paz, de respirarla, transmitirla y ejercitarla, eso hace una gran diferencia”, afirma la Vicerrectora de Extensión. 

Para la doctora Centeno la cultura de paz es una responsabilidad que recae en todos los miembros de la sociedad y especialmente en los gobernantes.

“Las posibilidades que tiene este mundo actual de que se genere un conflicto mundial quiero creer que son remotas. La verdadera guerra la tenemos día a día, al menos en este país, la recibimos a diario al no tener alimentos, medicinas, respuestas a nuestra necesidades inmediatas, y eso no está en manos de nosotros, son acciones gubernamentales y tienen que empezar por allí”.

En el caso de los docentes, señala que estos profesionales están llamados a inculcar en sus estudiantes el respeto y ejercicio de los derechos y deberes consagrados en la Constitución Bolivariana de Venezuela. Por otro lado, afirmó que la UPEL como responsable de la formación de los docentes del país debe garantizar que sus egresados sean conscientes de su papel  como líderes sociales. “Ningún egresado de la UPEL debería ignorar que tiene un rol fundamental: ser líder social comunitario. Cualquier lugar donde le toque trabajar, indistintamente de que su centro de aplicación sea la escuela, el liceo o la universidad, tiene la misión no sólo de transmitir los contenidos de su materia, sino de formar parte de un equipo que va a trabajar y a hacer educación integral, de eso se trata la enseñanza en valores”.

Escrito por: Angley Vivas
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