En el año 2002 la Organización Panamericana de la Salud, en Washington, lo designó “Héroe de la Salud Pública”
El
doctor Jacinto Convit, conocido como el creador de la vacuna contra la
lepra y la leishmaniasis falleció este lunes 12 de mayo a los 100 años
de edad, dejando un legado como médico e investigador. Con más de 75
años de trayectoria, su dedicación a la salud se extendió hasta el final
de sus días, pues trabajaba en el desarrollo de una vacuna contra el
cáncer.
En
julio del año 2013, la Universidad Nacional del Táchira (UNET) le
entregó al doctor Convit el Doctorado Honoris Causa. La UPEL estuvo
presente en este acto tan significativo, brindándole apoyo a una
universidad hermana y honrando a uno de los venezolanos más
trascendentales del siglo XX.
Un héroe de la salud de las Américas
Jacinto
Convit (Venezuela 1913-2014), fue un científico preocupado por servirle
al pueblo. Desarrolló una vacuna para la prevención y cura de la lepra,
que a su vez sirvió de base para la inmunoterapia de la leishmaniasis.
Inventó
la vacuna que cura la leishmaniasis, realizó aportes definitivos para
la cura de la lepra y recientemente trabajaba con su Fundación y el
Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas en la realización de
estudios para la cura del cáncer de colon, mama y estómago, siguiendo
procedimientos basados en inmunoterapia.
A
lo largo de más de 70 años de trabajo científico, el doctor Jacinto
Convit desarrolló distintas líneas de investigación, especialmente
relacionados con enfermedades como la lepra, la leishmaniasis, la
oncocerosis y la micosis. Su interés por formar a nuevas generaciones lo
llevó a convertir el Servicio de Dermatología del Hospital Vargas en
centro docente de formación para los residentes que aspiran al grado de
la asociación, así como el equipo que lideraba en el Instituto de
Biomedicina del Hospital Vargas.
A
largo de su vida, el doctor Convit recibió innumerables
reconocimientos, tales como los otorgados por la Organización Mundial de
la Salud, la Organización Panamericana de la Salud, la American Board
of Dermatology, los premios Príncipe de Asturias de Investigación
Científica y Técnica (1987), la Mención Honorífica del Premio Nacional
de Ciencia, Tecnología e Innovación (2009), la Insignia de Oficial de la
Orden de la Legión de Honor de Francia (2011) y su nominación al
Premio Nobel de Medicina (1988). Al mismo tiempo, realizó una importante
labor como presidente de la Asociación Internacional de la Lepra, de la
International Journal of Leprosy Corporation, como director del Centro
Panamericano de Investigación y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades
Tropicales, así como director del Centro Cooperativo para el Estudio
Histológico y Clasificación de la Lepra.
Fundación Jacinto Convit
Ana
Federica Convit, nieta del ilustre doctor, administradora y gerente de
la Fundación Jacinto Convit, describió en esa oportunidad a su abuelo
como una persona lúcida y de pocas palabras, que se mantenía “haciendo
ejercicios y reuniéndose a diario con sus pupilos del Instituto de
Biomedicina”. Por otra parte, destacaba el trabajo de la Fundación para
preservar y darle continuidad a las investigaciones de su abuelo,
especialmente sobre el cáncer.