La UPEL estuvo presente en este emotivo acto en el que se rindió homenaje a uno de los venezolanos más destacados del siglo XX.
La
Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET) otorgó el
Doctorado Honoris Causa al destacado científico venezolano Jacinto
Convit, como reconocimiento a su trayectoria académica e investigativa.
El
rector de la UNET, José Vicente Sánchez Frank, y el secretario, Óscar
Alí Medina Hernández, hicieron entrega de este valioso reconocimiento al
doctor Jacinto Convit, quien estuvo acompañado de familiares, amigos y
colaboradores.
“Reconocer
y exaltar los valores del venezolano más grande que hemos tenido en el
siglo XX es lo menos que puede hacer una universidad”, con esta palabras
el rector de la UNET señaló la relevancia del acto académico, al tiempo
que exaltó los aportes que el doctor Jacinto Convit ha realizado en
beneficio de la humanidad.
“Jacinto
Convit, es un venezolano que se ha preocupado no sólo por ser un
científico sino por servirle al pueblo venezolano y mucho más allá de
nuestras fronteras. Él ha sido el inventor de la vacuna que curó la
leishmaniasis, realizó aportes definitivos para la cura de la lepra y
hoy con su Fundación y el Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas
continúa haciendo estudios que van a contribuir con la cura del cáncer
de colon, mama y estómago. Todo ello dimensiona la grandeza de este
hombre. Además es un gran servidor público, que próximo a cumplir 100
años continúa trabajando con su gente por el bienestar colectivo”.
La
decisión del Consejo Universitario de la UNET de otorgar el Doctorado
Honoris Causa al doctor Jacinto Convit permitió honrar la trayectoria
de este venezolano que ha desarrollado distintas líneas de
investigación, especialmente relacionados con enfermedades como la
lepra, la leishmaniasis, la oncocerosis y la micosis. Del mismo modo,
exalta la labor que ha desarrollado al convertir el Servicio de
Dermatología del Hospital Vargas en centro docente de formación para los
residentes que aspiran al grado de la asociación, así como el equipo
que lidera en el Instituto de Biomedicina del Hospital Vargas para el
desarrollo de una autovacuna contra el cáncer de seno, estómago y colon,
siguiendo procedimientos basados en exploraciones con inmunoterapia.
Las
autoridades unetistas también consideraron los diversos reconocimientos
recibidos por el doctor Convit a lo largo de su vida, tales como los
otorgados por la Organización Mundial de la Salud, la Organización
Panamericana de la Salud, la American Board of Dermatology, los premios
Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (1987), la
Mención Honorífica del Premio Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación (2009), la Insignia de Oficial de la Orden de la Legión de
Honor de Francia (2011) y su nominación al Premio Nobel de Medicina
(1988). Al mismo tiempo, observa su labor como presidente de la
Asociación Internacional de la Lepra, de la International Journal of
Leprosy Corporation, como director del Centro Panamericano de
Investigación y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades Tropicales, así
como director del Centro Cooperativo para el Estudio Histológico y
Clasificación de la Lepra.
El
texto de la resolución emitida por la UNET resume el aporte del doctor
Jacinto Convit al afirmar que es “un modelo de fe, constancia y trabajo,
pues su dedicación por más de setenta años al estudio de la solución de
problemas de salud que amenazan la vida de los hombres lo califica como
uno de los venezolanos del siglo XX y lo convierte en fiel servidor de
la humanidad y ejemplo de perseverancia y tenacidad para las viejas y
nuevas generaciones”.
Sabiduría centenaria
Durante
la ceremonia el doctor Jacinto Convit permaneció muy callado, pero
atento y sonriente frente a los asistentes. Ataviado con el traje
académico recibió con tranquilidad este nuevo Doctorado que, según las
palabras de su nieta Ana Federica Convit, es un estímulo para que siga
luchando, trabajando y viviendo. “Este es un acto que le da fuerza y le
hace recordar que es una persona tan querida, admirada y necesitada en
el mundo eterno, lo necesitamos por muchos años. Mi abuelo es un hombre
que sigue lúcido, siempre ha sido de pocas palabras. En términos de
salud es muy estable, al punto de que no toma ninguna medicina, come muy
bien, se mantiene haciendo ejercicios y a diario se reúne con sus
pupilos del Instituto de Biomedicina”.
Por
otra parte, Ana Federica Convit, destacó el trabajo que la Fundación
Jacinto Convit lleva a cabo para preservar y darle continuidad al
trabajo de su abuelo. En tal sentido, señaló que recaudan fondos para
proseguir con los estudios que viene desarrollando el doctor Convit,
especialmente el de cáncer, para lo cual deben contratar el personal que
lo acompañe en sus investigaciones, adquirir equipos de laboratorios,
de bioterios y la tecnología necesaria para avanzar en las
investigaciones. “En estos momentos la Fundación está muy necesitada de
un espacio físico para establecer parte del laboratorio y de nuestro
equipo”. A tal fin, Ana Federica Convit, quien es la administradora y
gerente de la Fundación se ha reunido con entes gubernamentales, la
empresa privada y universidades para lograr ese espacio que contribuirá
con el trabajo investigativo del doctor Jacinto Convit.
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