Ya ha transcurrido poco más de un mes de la toma del Rectorado de la UPEL por parte de un grupo de aspirantes que reclamaban el ingreso de 861 bachilleres al Instituto Pedagógico de Maturín. Solventada la situación que mantuvo paralizada durante dos semanas las actividades administrativas del rectorado, el rector de esta Casa de Estudios, doctor Raúl López Sayago, reflexionó en torno a la trascendencia de la labor docente y del profesional que desea ejercer este noble oficio, el cual exige respeto, vocación y responsabilidad.
Tras los sucesos de octubre, muchos se cuestionan si es posible que personas que desean ingresar a la UPEL logran hacerlo a través del uso de la fuerza.
-Estas personas no consiguieron sus propósitos, porque el planteamiento que ellos hicieron inicialmente era que la Universidad violara sus propias normas en cuanto a la admisión. Por supuesto que la UPEL no estaba dispuesta a hacerlo y el Consejo Universitario fue bien enfático cuando sesionó en Maracay y manifestó su apego estricto a las normas vigentes que regulan el ingreso. Afortunadamente los funcionarios de la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) y del Ministerio de Educación Universitaria (MEU) coincidieron con nosotros en el hecho de que para que se efectúe el ingreso debe tenerse el registro del bachiller. No puede ingresarse a quien no esté registrado ni ha participado en el proceso. Gracias a la comprensión de laOPSU estos aspirantes no lograron su cometido.
Cualquier ciudadano debería tener claramente definido el límite entre la defensa de sus derechos y una actitud violenta. ¿En el caso de una persona que aspira a ser docente, no se supone que debería haber más conciencia de ello?
-Cuando veo un estudiante de la UPEL veo a un docente en formación y un docente no puede ser agresivo. Puede exigir sus derechos, pero en esa situación no había derechos que reclamar. Cuando reclamas tienes que hacerlo con respeto y apegado a la norma. Un docente tiene que estar bien claro en cuáles son sus derechos para establecer una limitación y actuar apegado a lo que son los principios y valores que debe tener todo educador.
¿Cuál es el peligro que se corre con personas que desean formarse como educadores y muestran este tipo de conductas?
-Un docente agresivo es preocupante porque en manos de él van a estar niños, niñas adolescentes que de alguna manera siempre toman al maestro, al profesor, como un modelo. El docente por naturaleza modela, entonces no puedes hacerlo con agresividad, con falta de respeto, con intemperancia. El maestro tiene que modelar valores que permitan a esos niños ser buenos ciudadanos, respetuosos de la norma y de la gente, que les permita conseguir lo que ellos desean, dentro del marco de lo que es el desarrollo de su vida, a través de su esfuerzo, de su trabajo y de un estudio que les permita llegar a convertirse en ciudadanos, en profesionales, en trabajadores, mediante la formación en valores.
El rector Raúl López Sayago manifestó que establecerá contacto con la OPSU y el MEU para fijar alguna estrategia dirigida a evitar que hechos similares se repitan en el futuro.
Escrito por: Angley Vivas
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